lunes, 2 de noviembre de 2009

DIJO MI VIEJO ALGUNA VEZ

Creo en los que creen
creo en los que quieren
y en los que pueden
y en los que no creen no creo
ni en los que no sienten
ni en los que no piensan.
Creo en los que alientan
esperanzas muy inciertas,
en los que dicen sí
en los que dicen no.
Creo en aquellos
a los que no les importa el color
y en los que no creen no creo
y ni siquiera los veo;
creo en las palabras
los gestos, las miradas
creo en todo menos en la nada.
Creo en la tristeza del adiós,
en la alegría del regreso
y en la fe de tantos rezos;
creo en los que existen
en los que luchan
en los que insisten
y en los que perduran;
en los que son alguien
y en los que no son nadie.
Creo en los que al vivir
siempre buscan la luz
aún cuando sólo se les da oscuridad
creo en los que defienden la verdad,
creo en los que gritan
y en los que golpean.
Creo en los corazones que palpitan
y en la sangre caliente
que corre por las venas
creo en los que se olvidan de las penas
en los que viven para amar
para hacer, para tratar
creo en los que preguntan
en los que dudan
en los que ayudan.
Creo en aquellos que saben
en aquellos que caen
se yerguen y siguen adelante.
Creo a cada instante
en tantas cosas y algo más
y sé que lo importante
es creer o ya no estar.


JUAN OSCAR NICOLINI
Seguramente me puteará desde donde esté. No leí este texto de mi papá hasta que falleció. Hoy lo tengo impreso en mi pieza para leerlo cada tanto. Es lo mejor que tengo para empezar el día, me produce lo mismo que Don´t stop me now de Queen, o alguna que otra película, con el plus de que mi viejo decía que no creía en nadie excepto en mí y que desde que la putié a Ana María Alvarez era lo más grande que había. Este texto me renueva, quería compartirlo.