viernes, 16 de octubre de 2009

Regreso

Un día recordé que tenía un blog…

Y decidí volver a escribir.

Iba a escribir sobre mis amigos, pero sobre ellos prefiero volcar una lluvia de abrazos.

Busqué escribir sobre las alegrías, pero tuve miedo de tacharlas con tinta negra de las tristezas.

Entonces decidí escribir sobre las tristezas, pero ellas no me dejaban… Y algunas todavía no me dejan.

Pensé que lo mejor era escribir sobre ella: el amor de mi vida. Pero sobre ella no quiero escribir, sino tatuar mi corazón, vestirme con su sonrisa. Sobre ella quiero hundir mi alma… Sobre ella quiero sonreír, ser feliz.

Empecé a llamar a mis sueños para escribir sobre ellos. Me dijeron que no son hojas, que los sueños no están para que nadie escriba sobre ellos. Protestaron porque debían cambiar de una vez por todas las condiciones y ser ellos quienes nos escriban a nosotros, a los que escribimos sobre sueños porque justamente soñamos sueños para escribirlos, y ellos no son para eso.

Sin encontrar sobre qué escribir, decidí escribir sobre mí: escribí con tinta palabras alegres alrededor de mis labios, escribí “besar aquí” en mi cuello y en mi espalda. Escribí su nombre en mi pecho, seguido de un “soy tuyo”. Escribí todos mis complejos en la parte de mi panza y de mi pelo.

Escribí “los cuchillos no van acá” en mis muñecas.

“No me gustan” puse en cada dedo, “no se comen” en cada uña.

Dibujé los pelitos para completar mi barba.

Y cuando terminé de escribir sobre mí, se acercó mi hermano y me dijo: “¿Qué hacés?” “Escribiendo” contesté.

“Boludo, si vas a escribir encima de algo, escribí sobre tu blog”

Y así fue, lo recordé. Y para reiniciarlo decidí escribir sobre él… Lógico.

5 comentarios:

  1. Lini: decidí escribir sobre lo que escribiste... y voy a escribir que es una hermosura.
    Ramiro.-

    ResponderEliminar
  2. acuerdo con el lic. es hermoso y triste, quizá más lo primero que lo segundo. y también viceversa.

    abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Es triste el texto.
    Pero que hermoso es leerlo.
    Es una alegría que vuelva (con alegrías o con tristezas, pero escribiendo al fin).

    Un abrazo tatuado en su pecho amigo!

    Barba

    ResponderEliminar
  4. Gracias por volver a desafinar. Se los ama.

    ResponderEliminar